La extravagancia de tocar en barco navegando frente al Palacio real; su cínica oda a la Reina, o el paso escandaloso por 3 sellos discográficos en menos de un año, convirtieron a los Sex Pistols en la legendaria blasfemia del punk inglés. Johny Rotten espetó "soy un anticristo" con la voz de un viejo sin dentadura y maldecía el futuro negro en la Inglaterra de Margareth Thatcher; Y Sid Vicious apenas sabía lo que era un bajo pero eso le bastaría para ser un ícono punk. Todo esto metido a presión en un sólo y fatídico disco, "Nevermind the Bollocks: Here's The Sex Pistols". Pasen y vean... o escuchen.
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