Del zooloógico del funk escapó un pavo real llamado George Clinton, que alimentó la ingenieria mas groovera del rock: Parliament/Funkadelic. La fiebre funky ya venia desde James Brown, los Sly and the Family Stone y hasta Jimi Hendrix, pero el "Perro atómico" Clinton la llevo hasta el paroxismo. Sáquense los zapatos, que vienen los reyes magos...
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